ASÓMATE SIN MIEDO



ASÓMATE SIN MIEDO:

Te regalo mi sonrisa, te ofrezco mi imaginación y pongo a disposición toda mi fantasía. ¿Crees en la magia? ¿Necesitas sentirte bien? ¿Necesitas unas gotitas de optimismo? Has llegado a tu refugio, prometo evadirte y tatuarte una sonrisa. A través de esta ventana el aire siempre será fresco y por ella podrás entrar y salir. ¿Te atreves?

21/1/10

EL CIEGO

El viejo ciego regresaba hacia su casa, sorteando las vallas de las obras del barrio. El viento, la lluvia y los innumerables obstáculos le estaban agobiando.

Finalmente llegó a casa, tembloroso, empapado y enojado por su suerte sacó la llave y ésta cayó. Se agarró a la maneta de la puerta para agacharse a recoger la llave y la puerta se abrió. Entró en casa con el miedo en el cuerpo, aturdido, sin poder observar su entorno.

Oyó un cristal que se rompía y otro fuerte estruendo de cristales rotos.

¿Quién hay? ¡Soy ciego, no me haga daño!


Al otro lado de la estancia la escena había sido diferente. Braulio estaba de pié, tomando café, cuando por la puerta apareció un hombre con sombrero y gafas oscuras, con una gabardina oscura y blandiendo un bastón. Su corazón estalló, la taza cayó al suelo y se desplomó muerto sobre la mesita de cristal.


Obviamente, el ciego se había equivocado de casa.

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